Por segundo año consecutivo, he vuelto a Singapur para hacer la ruta del día de Santa Kobe, y enfrentarme a mis miedos. Pero a diferencia del año pasado, esta vez no había nada que temer, pues tengo a mi lado a la mujer más importante de mi vida.
Por cuestiones externas, Laura y yo no pudimos bajar juntos, por lo que lo hicimos primero uno y luego el otro. Poco después de la media noche, Laura se adentro en el pasadizo oscuro y tenebroso, mientras yo me quedaba en el templo con Miguel y Javier.
Minutos después, Laura salio asustada y los tres fuimos abrazarla, y una vez recuperada del susto, fui yo quien me adentre en las tinieblas. A diferencia del año pasado, supongo que por la experiencia, esta vez tan solo me perdí una vez, pero si pasa bastante miedo recordando cosas de mi infancia, que debió de ser terrible.
Tras unos minutos allí abajo, salí al exterior y Santa Kobe me concedió una estrella en pop, la décima en este genero musical. Tras sentir el calor de mi familia, hemos ido al hotel a descansar algo antes de partir a medio día para Shangai, donde mañana empiezo gira.
Hubiera preferido mil veces entrar contigo, contigo sé q no hubiera tenido miedo ninguno, pero fue un reto personal y lo superamos con valentía :) Te adoro, mi vida!
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