martes, 4 de diciembre de 2012

La gira de unos novatos


Experiencia de la primera gira de un grupo musical que empieza a abrirse camino en el difícil mundo de la musica.

La mayoría de la gente tiene la ilusión de triunfar en la música, algo que no es nada fácil y requiere mucho sacrificio. Yo soy una de esas personas cuyo sueño es llegar a lo más alto en en este mundo.

Mi grupo es la unión de tres amigos cuya pasión es la música y el divertirse con ella. Nuestra historia no es muy distinta a la de cualquiera. Hace años que nos conocemos y hemos disfrutado juntos tocando y cantando canciones famosas en nuestro tiempo libre, hasta que un buen día nos preguntamos por qué no formábamos un grupo para hacer partícipe a la gente de nuestra música. Y lo hicimos.

Aquel grupo nació con más ilusión que otra cosa, pero el trabajo, el esfuerzo y el apoyo de mucha gente han hecho que poco a poco vaya consolidándose en el panorama musical. Hace unos días terminamos la que, hasta ahora, ha sido nuestra mayor experiencia: una pequeña gira que nos llevó por varias ciudades europeas.

La vivencia, sin duda, ha sido fabulosa. Durante los días anteriores al inicio del tour éramos un manojo de nervios, preparando el equipo, ensayando los conciertos, ordenando el camión de gira, planificando las rutas y contratando empleados. Sin embargo, cuando nos pusimos en marcha los nervios se calmaron y dieron paso a la expectación ante lo que teníamos por delante.

Una gira no es nada fácil y más en grupos pequeños y sin experiencia como en nuestro caso. Lleva aparejado mucho trabajo extra y, aunque se tengan muchos empleados, uno mismo tiene que echar una mano a la hora de montar el escenario, preparar los instrumentos y recoger las cosas.

Sin duda, en estos días hemos hecho muchos kilómetros, pero ha merecido la pena. Hemos conocido ciudades tranquilamente, que es lo bueno de no ser aún famoso, hemos descansado y, sobre todo, hemos disfrutado encima de los escenarios, viendo como la gente lo hacía también con nosotros. El trabajo es duro, muy duro, pero al final merece la pena.

Lo mejor de todo es terminar el concierto y ver la cara de satisfacción del público que ha comprado una entrada para verte. Justo en ese momento sabes que no les has decepcionado y te da fuerzas para seguir recogiendo las cosas y poner rumbo a otra ciudad, a otro concierto. A pesar del cansancio acumulado.

Por eso ya planeamos nuestra próxima gira, que empezaremos dentro de unos días, esta vez por tierras americanas. Por supuesto, no nos falta ilusión y ganas de agradar al publico y hacer que este disfrute, tanto o más que nosotros.

Publicado en el número 421 de la Edición de Madrid.

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