martes, 4 de diciembre de 2012

RE: Peligro de extinción


La vida de las personas, desde el inicio de la humanidad, ha estado siempre unida entre si. Entre ellas existen relaciones de amistad y de amor. Tenemos el amor de nuestros familiares, seres queridos que se preocupan por nosotros, el amor de los amigos, cuya confianza hace que se cree una gran relación y surja la amistad y el cariño y, fruto de ambas, existe el amor de pareja, que surge cuando dos amigos llegan al limite de su confianza y entre ellos surge “algo más”.

Es verdad que sin solteros no habría parejas, pero también es verdad que sin parejas que den hijos, no habría solteros. Es como la pregunta de quién fue primero, ¿el huevo o la gallina?

No digo que un soltero sea mejor o peor persona, simplemente creo que un soltero lo es porque quiere serlo. Quizás el hecho de no encontrar a esa persona que te hace llegar a algo más o el haber tenido malas experiencias en ese terreno, hacen que un soltero se empeñe en serlo. Pero, bajo mi punto de vista, ese no es su estado natural.

Me sorprende mucho el artículo que, hace unas semanas, escribió el señor Benjamín Price sobre la soltería, así que me tomaré la libertad de dirigirme a él.

Estimado señor Price, sinceramente creo que está usted en un estado forzado en el que realmente no quiere estar. Es como si llevara una armadura para hacer ver a los demás que es un tipo fuerte, pero dentro hay un hombre al que le falta esa mitad que te apoya cuando estas mal, que te anima en momentos difíciles, que te hace sentir feliz, con la que compartes secretos e ilusiones... y que hace que un individuo se sienta completo al cien por cien, porque en el fondo, y aunque tengamos muchos amigos y una gran familia, siempre necesitamos a alguien especial que esté a nuestro lado.

Dice usted que los solteros pueden jugar a los videojuegos, salir de copas, disfrutar de un buen libro o de la brisa del mar, pero alguien que vive comprometido con otra persona también puede hacer esas cosas. Al fin y al cabo, una pareja, como he dicho antes, fue un amigo o amiga con el que la confianza y el cariño llegó a un límite máximo.

Creo que se equivoca en el hecho de denominar a los solteros especie en peligro de extinción. Más bien opino que los solteros son un grupo de personas que aún no han encontrado la ilusión del amor pero que, poco a poco, irán abandonado ese grupo y quitándose esa armadura que llevan puesta para dejar descubrir las personas que en realidad son. Pero eso solo ocurrirá cuando encuentren a su media naranja. Y lo harán, porque todos tenemos una media naranja en este mundo... solo hay que tener paciencia y descubrirla.


Publicado en el número 409 de la Edición de Madrid.

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